"La Vida Ocurre y Transcurre entre conversaciones"
Si de pronto te pido que recuerdes algunos momentos en donde tuviste que tomar una decisión importante, o tal vez algún hito crucial en tu vida que te invita a la reflexión e introspección de tu propio ser. Seguramente al posar la memoria en esos momentos, te encuentres sumergida en una conversación con alguien conocido, o incluso sin conocer, y eso pierde importancia cuando lo expresado se comunica con sentido. Surge la reflexión, algo cambia en ti y deja huella en quien de pronto sin darse cuenta, fue tu mentor.
Uno de los factores más importantes que falla hoy en día en el núcleo familiar es la comunicación. Tanto la innovación tecnológica como las diferencias en las pautas culturales de crianza han ido afectando nuestra relación, pero tengo la certeza de que esto surge por que como padres nos quedamos dormidos, mientras nuestros niños están cada vez más despiertos. Nos dormimos, cuando permitimos que ellos pasen horas bajo redes sociales, mirando televisión o impávidos en algún video juego. No importa la edad, importa la falta de tacto, traspaso de experiencias, que nos vean como seres humanos alcanzables y no en ese desconocimiento como un ser imposible de llegar. Y cuando digo imposible me refiero a su visión de incomprensión en el medio generativo conversacional.
Dejemos la Mentoría conductual, aquella que mediante directrices enseñas que hacer y como hacerlo. Incorporemos la Mentoría de Desarrollo, metodología que fomenta el pensamiento dialéctico.
¿Puede el Mentoring de desarrollo transformar la relación con nuestros hijos?
Cuando aprendemos a ser Mentores, la relación que se establece entre nuestro núcleo familiar es lineal. Nadie es mejor ni peor. La conversación es en base a la escucha activa, esto significa que mi función como Mentor (Mamá-Papá) es escuchar sin prejuicios a quien tengo frente a mí, en un proceso un tanto camaleónico de empatia, su tiempo se convierte en nuestro, y una vez que la conversación toma su curso, mi intervención está en las preguntas abiertas basadas en el Ser, junto al traspaso de experiencia.
El traspaso de experiencia significa contar algo en base a lo que el Mentee (hijo) me expresó, desde la posibilidad de opción en cómo resolver lo conversado. Y profundizo en la opción porque es aquí donde permite la libertad de elección del Mentee (hijo) y evolución del mismo a autorelacionarse proyectivamente.
Mentoring de Desarrollo no solo transformará la relación con nuestros hijos, sino también y fundamentalmente transformará su propio ser interno.
Los efectos de las conversaciones poderosas favorecen en gran parte a los adolescentes a dejar la anestesia cerebro-emocional en la que viven.
Sé un real protagonista indirecto del desarrollo en el pensar de tus hijos. En el tiempo, sentirán la trascendencia evolutiva reflexiva.
Virginia Satir, reconocida Terapeuta y con gran trayectoria en Terapia Familiar, expresó:
“Salva a la familia y salvarás al Mundo”
El lenguaje, es la salvación.
Giancarla Marisio
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